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miércoles, 10 de abril de 2019

Análisis de una imagen publicitaria



Análisis de una imagen publicitaria

 

  Analizaremos desde un punto de vista connotativo y denotativo correspondiente a la campaña global "Siente el Sabor" de Coca-Cola.

Una de las premisas de esta campaña y uno de los motivos que la hacen tan interesante es que se planteó buscando imitar el estilo de fotografía que utilizan los jóvenes en Instagram.
Una imagen informal y en apariencia fácil y casual. Nada más lejos de la realidad. La imagen analizada responde a unos criterios de composición muy complejos y bastante clásicos.


Coca-Cola nos presenta una imagen tradicional y moderna al mismo tiempo. Posee una proporción, de 16/9, muy típica de la fotografía analógica. En un plano estrictamente formal es un plano de detalle probablemente tomado en modo macro para aumentar las áreas desenfocadas. 

La toma es frontal con un ligero contrapicado. Es como si el hombre estuviese mirando a los labios de la mujer. Esto busca realzar las connotaciones sensuales-sexuales de las que hablaremos más adelante.

La iluminación es cálida y suave, con una textura sedosa que la hace agradable y le da un tinte onírico, convierte la imagen en un sueño o un recuerdo que nosotros hacemos nuestro de forma inconsciente. La convertimos en una sensación propia.

Lo primero que tenemos que destacar de este anuncio, es que pese a la informalidad manifiesta que podemos observar en el desenfoque de la imagen, todo está medido y controlado. El desenfoque no es más que una forma de guiarnos al punto focal de la imagen, los labios. Este elemento es el único que aparece completamente enfocado remarcando su papel de protagonísta indiscutido.

¿Y por qué convertir unos labios en el protagonísta de un anuncio de Coca-Cola? Aquí podemos hablar de muchas cosas. Del beso a la botella, apunto de consumarse como si de un acto de pasión se tratase. Podríamos hablar de la botella que aparece como un apéndice penetrando en la imagen, con todas las connotaciones sexuales que trae consigo su proximidad a los labios. Con esos labios rojos y una imagen aparentemente inocente y cotidiana han conseguido una carga enorme de pasión y sensualidad ( por no decir sexualidad) a partes iguales. 

Desde un punto de vista extrictamente compositivo la imagen también es más compleja de lo que parece en un primer momento: 



Aparentemente no hay líneas de prioridad en la imagen pero al superpoener la retícula de los tercios nos encontramos el punto de confluencia entre labios y botella es el más importante de la imagen reforzado por un lado, por el labio rojo y por otro por la penetrante botella. El beso casual que se insinuaba se demuestra así claramente preparado.

Pero si vamos a la proporción aurea aún nos encontramos más sorpresas, ya que la imagen no responde ni a una ni a dos espirales de proyección aurea, sino a tres.

Primera proyección aurea: 




La primera es la esperable, en ella el punto de nacimiento está situado entre la boca y la botella, y se extiende a lo largo de toda la barbilla de la cara. 

Segunda proyección aurea:


La segunda proyección es más inesperada pero igual de importante. Nace en la botella y proyecta el crecimiento hacia los labios. El que existan estas dos proyecciones simultáneamente explica el doble funcionamiento en la lectura de la imagen. 

Si la primera nos llevaba de los labios a la botella y finalmente al logo esta proyección nos permite recorrer la imagen en sentido inverso, desde la botella hasta los labios y finalmente el logo.

Muy pocos anuncios que conozcamos ofrecen una triada de elementos que se puedan observar de forma cíclica y tan natural sin que nos perdamos en el anuncio. 

Todo esto nos llevó a pensar en el tercer elemento en discordia, el logotipo y es ahí dónde hemos encontrado la inesperada tercera  proyección aurea:


Esta es la más especial de todas porque funciona aún estando parte de la proyección fuera de la imagen que la contiene, pero podemos observar que se amolda perfectamente al logotipo, pasa por la boca  y recorre el cuello de la botella. Es el cierre perfecto del ciclo que iniciaban las otras dos proyecciones ya que nos devuelve al origen atrapándonos en un bucle sin fin. 

Por todo esto una imagen aparentemente simple es capaz de atraparnos y cautivarnos.

Por todo lo anteriormente explicado podemos decir que se trata de un anuncio dedicado a un público joven que está descubriendo la sexualidad, y a un público más adulto haciéndolo recordar esos sentimientos y sensaciones que tal vez tenían un poco olvidadas. 

La diferencia de altura en el plano parece indicar connotaciones hacia un público masculino, pero también podría ser un sesgo inintencionado por parte del fotógrafo (masculino), que nos trasmite su punto de vista tras la cámara.


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